El miedo y las dudas que nos provocan la inseguridad delante de la cámara son cosas que se producen en casi todas las mujeres que deciden probar una sesión de fotos sensuales por primera vez.
Sin embargo, esas inseguridades desaparecen inmediatamente en el momento de empezar a sacar fotos. En muy pocos minutos, se nota la sensación del peso levantado de los hombros y se empieza a disfrutar el momento.
“Desde el momento que entré en el estudio, que muy lejos de ser un espacio industrial era más bien una zona acogedora, empece a tener más confianza de que la sesión iba a ser divertida”.
En las sesiones boudoir, un buen fotógrafo te ayudará en cada momento con las poses que favorecen tu cuerpo para que los resultados muestran un aspecto natural y relajado, y que no se detecta nada de nervios en las fotos.
El estudio de Recuerdos Íntimos es una zona muy amplia con distintas zonas preparadas con decoración y ambiente diseñadas para hacerte sentir muy cómoda y sobre todo muy segura durante tu sesión.
“¿Lo repetiría? ¡Sin dudas! Ha sido una experiencia fantástica - y los resultados han superado con creces mis expectativas. De verdad, todavía no me puedo creer que soy yo en las fotos!”.
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